¿Quién puede practicar Feldenkrais?
Cualquier persona puede beneficiarse del método Feldenkrais ya que tiene un amplio campo de aplicación:
- Dolor: dolores crónicos de espalda, cuello, hombros, problemas de DATM, etc.
- Dificultades motrices: rehabilitación de movimientos después de lesiones o traumas, problemas relacionados al esfuerzo repetitivo, esclerosis…
- Problemas neurológicos: isquemia, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, etc.
- Problemas psicológicos: desequilibrios emocionales, conductas adictivas…
- Expresión y performance: bailarines, músicos, deportistas, artes marciales y público en general.
- Autorealización: mejorar la calidad de vida y explorar el pleno potencial.
¿Por qué practicar el método Feldenkrais?
Cualquier actividad o movimiento realizado con esfuerzo tiende a perderse con el tiempo.
La fuerza bruta es una estrategia que se pierde con la edad por el desgaste de los músculos, tendones y estructura ósea. Sin embargo, un cerebro fuerte y flexible es capaz de usar el mínimo esfuerzo con la máxima eficacia.
Hoy en día vivimos en la certeza de que perdemos nuestras capacidades con el tiempo, alimentando la idea de que nuestra vida es una curva en declive, y surgiendo así la necesidad de mantenerse «en forma» para retardar los efectos del tiempo, gastando nuestra energía mientras luchamos contra el reloj.
Tan solo bailarines, artistas marciales, músicos y deportistas continúan desarrollando las habilidades motrices a edades avanzadas. Y aun así, la mayoría de estos profesionales usan demasiada fuerza impidiendo su evolución en la técnica y restringiendo la práctica de sus actividades a ciertas edades y condiciones físicas.
Esto, según Moshé Feldenkrais, es consecuencia de la ignorancia sobre nuestro potencial humano y del desconocimiento de los propios patrones que nos impiden evolucionar.
El efecto acumulativo de nuestros hábitos es más visible con el paso del tiempo. Sin embargo, percibimos sin mucho discernimiento las consecuencias de nuestros actos. Percibimos que sentimos dolor, que no vemos salida a los problemas, que nos sentimos rígidos, débiles, pesados, etc, pero no sabemos por qué.
Cuando no tienes consciencia de tu propio funcionamiento tiendes a reaccionar de forma compulsiva ante las dificultades.
Y la compulsión es simplemente una salida forzada generada en un estado de poca consciencia.
Si sabes lo que estás haciendo, puedes hacerlo diferente. Si sabes lo que estás haciendo, puedes hacer lo que quieras.
Moshé Feldenkrais
Cualquier acción (dar una voltereta, conversar, tener relaciones o lavar platos) puedes realizarla de forma coordinada y armónica o de forma costosa y forzada.
Sin embargo, la repetición de un movimiento sin calidad tiene consecuencias nocivas y te produce desgaste, mientras que un movimiento bien organizado puedes repetirlo muchas veces sin efectos negativos y con una sensación agradable.
Cuando tu desarrollo o evolución se estanca mantienes patrones de acción aprendidos en el pasado. Si no consigues aprender otra forma más adecuada y eficiente de actuar sin tanto gasto energético y tensión, continúas actuando así en tu edad adulta, potenciando el desgaste y otros efectos nocivos.
La buena noticia es que a través del aprendizaje es posible generar cambios profundos en estos patrones fijos, generando nuevas conexiones neuronales y nuevas rutas psicomotrices.
Nada es permanente con respecto a nuestros patrones de comportamiento excepto nuestra creencia de que ellos son así.
Moshé Feldenkrais
¿Quieres experimentar en propia piel los beneficios de esta práctica?
¿Qué función tiene la plasticidad neuronal en la práctica de Feldenkrais?
Moshé demostró con su método la plasticidad de nuestro cerebro y la interminable capacidad de aprender del ser humano.
Con la práctica compruebas la falacia de que las capacidades se pierden con el tiempo y experimentas el placer de continuar aprendiendo como un niño en crecimiento.
El movimiento es el medio privilegiado para generar nuevas conexiones neuronales, ya que el sistema nervioso se ocupa principalmente de éste.
Nuestros hábitos de movimiento, sentimiento, pensamiento y acción son resultado de nuestra experiencia (costumbres sociales, imitación, lesiones físicas, traumas emocionales, etc.). Con frecuencia estos hábitos nos mantienen en un nivel de desarrollo muy inferior a nuestro potencial.
Así, el método Feldenkrais busca integrar cada vez porciones mayores de nuestro potencial innato ampliando y expandiendo nuestra autoimagen.
Su práctica mejora la propia organización, promoviendo una mejor distribución del tono muscular a través del refinamiento de los sentidos. A través de ella eres capaz de experimentar el placer de mover el esqueleto con libertad.
Es más eficiente identificar las resistencias internas que actúan en dirección contraria a nuestras intenciones que una gran fuerza de voluntad sin discernimiento.
Eliminando las fuerzas contradictorias que nos agotan podemos recuperar nuestra vitalidad.
Sólo aquello que puede hacerse con facilidad y placer puede convertirse en un hábito y ser de utilidad constante.
Moshé Feldenkrais
Los principios de la acción coordinada en el Método Feldenkrais:
1. Ausencia de esfuerzo
Trabajamos buscando la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo, entendiendo por esfuerzo el exceso de fuerza o tensión para un movimiento determinado.
Se trata de inhibir las tensiones innecesarias y activar las necesarias ajustando el tono muscular para cada acción.
2. Reversibilidad
Cuando una acción está bien coordenada, poseemos una mayor precisión del movimiento.
Usando la analogía de la fotografía digital, sería poseer más píxeles, más cuadros definidos de esa acción. Esto nos permite detener la acción en cualquier momento y retroceder o cambiar de dirección.
Es decir, cuanta mayor definición del movimiento, más control tienes de la inercia.
3. Ausencia de resistencia
La principal dificultad en cualquier acción nueva que se pretende emprender es la resistencia.
Cuando aprendes a identificar la resistencia a nivel muscular, sea ésta de la naturaleza que sea, ya sabes dónde está el foco para trascender esa dificultad.
Cuando una acción está limpia de resistencias y tensiones parásitas, los movimientos son fáciles y placenteros.
4. Correlación entre postura y respiración
¿Cómo puedes percibir tu postura desde dentro?
Menos esfuerzo innecesario ➛ más oxigeno ➛ mejor postura.
La postura refleja la actitud interna, lo cual es algo dinámico directamente relacionado la forma de usarnos a nosotros mismos.
La respiración va a servirnos de guía para percibir cómo estamos y cómo nos movemos. Nos ayuda a detectar cuándo hay exceso de tensión en una determinada posición y acción.
Una buena postura supone una buena respiración y una buena respiración supone una buena postura.
Moshé Feldenkrais
La organización corporal depende de la autopercepción y el proceso de aprendizaje en el Método Feldenkrais sucede en función de esta capacidad de autopercepción.
A medida que vas refinando esta percepción tu organización cambia y se expanden tus posibilidades internas de responder a la fuerza de gravedad, de responder a la vida.
Cuando percibes que tu incomodidad nace de tu organización limitante y empiezas a descubrir nuevas formas de moverte, de conectar las diferentes partes de ti mismo o ti misma, el patrón que sujeta esa tensión o dolor empieza a diluirse en un campo mayor de posibilidades.
Nosotros mejoramos la organización del movimiento expandiendo la autoimagen. Pero esta autoimagen, no implica solamente el movimiento, envuelve todos los aspectos de la persona.
Movimiento, sensación, emoción y sentimiento son aspectos de una misma constelación. Cuando uno de ellos se mueve, se mueven también los demás.
Moshé Feldenkrais
La libertad tiene que ver con la percepción de las posibilidades que existen y el camino que se ha de tomar para emprender cada una de esas posibilidades.
Esto devuelve la dignidad a la persona, que se adueña de sí misma.
No busco cuerpos flexibles, busco cerebros flexibles. Mi propuesta es devolver a cada persona su dignidad humana.
Moshé Feldenkrais